martes, 26 de julio de 2011

Capítulo 2

CAPÍTULO 2

Salía el sol y ya estaba abriendo los ojos, en ese momento pegué un salto de la cama y me asomé por la ventana. Se veía desde ahí, los arboles en los que había conocido a Sam, muy lejos, pero se podía contemplar sus grandes ramas. Fui rápidamente hasta la cocina, donde había algo de comida. Me tomé el desayuno solo, ya que mi padre ya había salido a trabajar.

Sabía que mi padre no vendría a casa en todo el día, porque nunca lo hacía. Así que salí hacia los árboles, para esperar a Sam.

No me gustaba estar en mi casa, siempre estaba solo y encerrado sin nada que hacer. Por eso salí tan rápido y tan pronto hacia donde había quedado con Sam.

Tenía un rato hasta que llegara Sam, así que me puse a saltar en el árbol intentando subir por las ramas, pero me costaba mucho, así que después de una hora saltando sin conseguir nada, deje de hacer e intenté sentarme para descansar. Después de un rato esperando, llegó Sam con una gran sonrisa al verme tirado en el suelo.

-¿Qué haces?-.Pregunto Sam.

-Intentaba subir al árbol-. Contesté un poco rabioso por no haber subido.

-Es difícil subir, están muy altas las ramas-.Dijo entre carcajadas.

Le miré y empecé a pensar en que haríamos hoy.

-Podríamos ir a un sitio que conozco-. Dijo al verme pensativo.

-¿Dónde?-. Dije yo intrigado.

-Sígueme, lo veras-.

Comenzamos a andar hacia un camino, una vez en el, solo teníamos que seguirlo. El camino, no se hablo demasiado, solo en un tramo, que me contó lo que le gustaría hacer cuando fuese mayor.

Comencé a ver al fondo una mina sin nadie alrededor.

-¿Vamos a una mina?-. Pregunté intrigado.

-Sí, pero no te preocupes, será divertido-. Respondió.

Yo sonreí y continué andando. Entramos a la mina, se veían objetos tirados por el suelo y piedras.

-Sube-. Dijo mientras se subía a un carro de la mina.

Me pare un momento un poco asustado, pero continué.

-Voy-. Contesté.

Subí al carro y empezó a moverse el carro hacia una pared. Chocó contra la pared y yo conseguí saltar justo antes de que se estampase, pero Sam choco estando dentro del mismo. Fui corriendo para ver si estaba bien, le vi en la cabeza, una gran brecha que no paraba de sangrar y tenía el brazo doblado. Sam estaba inconsciente y yo no sabía qué hacer en ese momento.

Intente cogerle y sacarlo fuera de la mina, por si caía algo. Lo deje en el suelo sobre la hierba.

-¡Sam! ¿Estás bien?-. Dije sin respuesta.

No sabía que mas hacer.

-¡Sam por favor, responde!-. Seguía gritando a su lado intentando que respondiera.

Comencé a llorar abrazándole intentando que dejase de sangrar.

-Eres mi único amigo, por favor.-Dije mientras lloraba sobre su brazo.

Salí a correr intentando llegar a su casa para avisar a su madre. Tuve que dejarle solo sobre la hierba ya que no podía cargar con él. Conseguí llegar muy deprisa a su casa. Entre en su casa gritando.

-¡Desiré, Desiré!-. Grité el nombre de su madre que aun recordaba, intentando encontrarla.

Salió su madre de su aposento.

-¿Qué pasa?¿Está bien Sam?-. Dijo mirándome las manos con sangre.

-No, e..s..ss.ttaa en la mii..naa-. Dije yo llorando sin poder hablar apenas.

Salió a correr hacia la mina, yo al verla la seguí intentando llegar lo más rápido posible, aunque apenas podía respirar. Llegamos a donde estaba Sam, con la cabeza abierta sangrando sin parar. Su madre llevaba en el bolsillo unos trapos que había cogido antes de salir. Empezó a taponar la herida de la cabeza, a la vez que lloraba sin poder parar.

-¡Lo siento… De verdad, lo siento mucho!-. Dije yo llorando.

-¡Estábamos jugando y el carro.. el carro chocó!-.Seguí explicando.

La mujer, lo cogió en brazos y corrió hacia su casa de vuelta. Llegó asfixiada a su casa dejando a Sam sobre la cama. Le puso unos trapos alrededor de la cabeza hasta que dejó de sangrar. Le intentó poner el brazo de forma que no le hiciese daño y le tapó. La hemorragia había parado, su madre se relajó un poco después de ver que estaba bien. Se sentó a mi lado.

-Has hecho bien en venir a avisarme-. Dijo un poco cansada.

-Lo siento, en serio-. Dije con una lágrima corriendo por la mejilla.

-Tranquilo, ve a casa y descansa, tu padre estará preocupado-. Dijo ella.

Asentí con la cabeza y salí de la casa. Llegué a mi casa después de andar un rato, cabizbajo.

Entré y me fui a mi cama. Aun era de día, y llevaba sin comer desde la mañana temprano. Después de un rato en la cama llorando, fui a la cocina y comí algo, antes de volver a la habitación. Llegó mi padre por la tarde. Le empecé a contar lo que había pasado, y el tan solo asintió y dijo.

-No te acerques mucho a ese chico-.Dijo con voz seria.

-¿Por qué?-. Dije yo un poco triste.

-¡No preguntes!-. Dijo

Yo sabía que seguiría viéndole porque era el único amigo que tenia, pero no quería discutir. Fui a mi habitación y me volví a tumbar sobre la cama.

Estuve un buen rato pensando en Sam, en si estaría bien, pero terminé durmiéndome.

No hay comentarios:

Publicar un comentario